
- Karin Nisiide
- 26 de September de 2020
No hace mucho, todos fuimos apartados de nuestra vida social y migramos apresuradamente de las oficinas a las casas, en busca de una experiencia sin contacto, debido a una grave crisis de salud mundial, la más grande del siglo.
La crisis que atravesamos, provocada por el COVID-19, dejará un legado de cambios de etiqueta económica y social en el ámbito personal y profesional. La economía deberá reestructurarse, no para volver a los niveles que solía tener, sino para evolucionar sus métricas de éxito y volver a la senda del desarrollo sostenible.
Dentro de este nuevo formato, surgió el concepto de economía de bajo contacto, o experiencia sin contacto, o al menos lo más pequeño que podamos.
Durante algún tiempo, la mayoría de los lugares han tenido una restricción, parcial o total, en la circulación de personas para evitar que el nuevo coronavirus se propague desenfrenadamente. Y en este contexto, surgieron negociaciones de bajo contacto, donde el contacto físico no es necesario, y todas las negociaciones se pueden hacer virtualmente.
Pero no todos los sectores pueden trabajar de esta forma. El sector hotelero, por ejemplo, solo trabaja presencialmente. Para ello, utilizamos la tecnología a nuestro favor para brindar una experiencia sin contacto a nuestros huéspedes.
¿Cómo pueden las tecnologías facilitar la experiencia sin contacto?
El modelo Low Touch se define por el bajo nivel de interacción física entre clientes potenciales y empleados o intermediarios, además de protocolos de higiene muy estrictos, para posibilitar transacciones comerciales que solo se pueden realizar en persona. Esto ocurre automatizando procesos en lugar de tareas y contactos manuales y repetitivos.
Al reducir las experiencias sin contacto en el servicio al cliente, el cliente tiene más comodidad y seguridad al utilizar el servicio.
Este es el caso del check-in online en el hotel: el cliente realiza la tarea cuando le resulta más cómodo y no necesita hacer colas ni tener contacto físico en la recepción, facilitando el proceso y reduciendo riesgos.
La tecnología de pago sin contacto también se puso de moda. Con el uso de sus dispositivos móviles, el usuario puede realizar pagos sin contacto físico, mediante identificación por radiofrecuencia. Para los usuarios que no utilizan esta tecnología, también existen sistemas de pago online, vinculados a los motores de reservas y PMS del establecimiento. De esta forma, el cliente solo pone los datos de su tarjeta de crédito en el momento de realizar la reserva, y luego el recepcionista puede realizar, dentro de la propia reserva, todas las transacciones de pago con un solo clic, sin tener acceso a los datos de la tarjeta del huésped, de forma sencilla y segura.
Y después del check in, ¿obtengo mi llave y voy a mi habitación? Muchos hoteles ya utilizan tecnología sin llave. El viajero puede usar su teléfono inteligente en lugar de la llave de tarjeta. Por lo tanto, no es necesario el contacto con la llave, que puede contener contaminación.
Además, todos los servicios se pueden programar a través de una aplicación: desayuno, room service o uso del restaurante o áreas comunes, como piscina, gimnasio, sala de juegos, con el fin de evitar aglomeraciones en las áreas sociales. En los restaurantes de muchos hoteles, el menú físico ya no existe y ahora se presenta generalmente en tabletas para facilitar su rápida desinfección y limpieza entre manipulaciones. Lo mismo sucedió con el menú del servicio de habitaciones: se acabó el papel y ahora está disponible en la TV del dormitorio o también en tabletas.
¿Por qué adaptar mi hostel?
Incluso con una experiencia sin contacto, ¿es seguro alojarse en un hotel u hostal en medio de la pandemia actual de Covid-19? ¿Qué medidas están tomando las redes de alojamiento para garantizar la seguridad de sus huéspedes? Estas son las preguntas de las personas que necesitan viajar durante la pandemia.
El sector hotelero en Brasil y en el mundo comenzó a reabrir sus puertas luego del período de cuarentena y a adoptar medidas de seguridad sanitaria para prevenir el contagio del nuevo coronavirus.
Y los hostales y posadas con autoservicio toman la delantera en relación a la experiencia del huésped, ya que brindan mayor seguridad y autonomía al huésped.
Hoy en día, con la experiencia sin contacto, una buena parte de los consumidores prefiere interactuar con máquinas que con otras personas. Bueno o malo, esta es la realidad del mercado, y en tiempos de pandemia, esto es aún más evidente. Por eso, muchos clientes buscan los establecimientos que están por delante, con el uso de tecnologías a su favor.
Incluso si volvemos a un contexto más parecido al que vivíamos antes de la pandemia, el mundo no será como antes. Así, los desafíos de la reanudación, aunque aún inciertos, indican cambios significativos en la industria hotelera. Han surgido nuevos comportamientos y los nuevos patrones seguramente se mezclarán con las viejas concepciones. ¡Disfruta el momento y adáptese a la nueva realidad!
¿Quiere saber más? ¡Consulte nuestra guía de Proyección financiera en la pandemia!